sábado, 18 de julio de 2009

H.D.





Sobre mí gira el viento.

Estuve ante tu puerta

y yo sé

que tú estás más allá,

más lejos todavía,

en otro acantilado.



(H.D.) Hilda Doolittle (1886-1961)

lunes, 6 de julio de 2009

recordando a joaquin, mientras esperamos a Camilo


Nicolás entra en escena

Cuando corre hacia mí
mi cansada osamenta responde
con un espasmo emocional. Así que
bienvenido a esta escena
donde los títeres se apalean
por razones que ignoras tanto como yo.
Pero de todos modos alcanzaré a ser
el primer fracaso de tu vida
y tu primer sospechoso. No te molestes
en desmentirlo, considera este final
como un detalle en el curso de las cosas,
un accidente que ayudará a marcharme
antes de que me pidas explicaciones
por este tumulto. Agradezco tu llegada:
quizás oculte la promesa de entender
lo que fue secreto para mí,
poeta de oscuro oído que no percibe el rumor
de un sistema coherente de realidad.
Desde mi último sillón asisto
a tus asombros.
En tus ojos voraces
apuntan los titubeos prenatales
de un mundo que no me pertenece.
El mío se deshace, estupefacto
sobre los escombros de su propio centro.
Despide entonces a mi siglo con piedad.
Ahora tu oportunidad consiste
en cuidar el tuyo y tu cerebro,
mientras amaneces
y mi herencia son todas tus preguntas.


JOAQUIN GIANNUZZI

La rueda de las cosas


La rueda de las cosas en la luz y en la noche,
giran muebles, herramientas, utensillos de la
intemperie,
crujen, rechinan; su catálogo vasto como el mar,
el fantasma con sartenes y cacerolas retumba en
la cocina,
destapa una botella altísima, alinea las copas,
paraguas, zapatos, libros, guitarras y vestidos
llegados desde las cavernas, mortajas, collares,
objetos que han perdido la razón,
golpean en el pecho, en el flanco del viento y el
relámpago,
demente presencia de objetos a la orilla del hombre,
en torno al misterioso foco de existir,
presas de la cacería, llenos de tentaciones,
espléndidos y míseros regalos de los dioses,
el antiguo Cristo con misericordia
reparte la vajilla y el milagro, reparte los cubiertos,
vincula su sangre con una jarra bendita.
Cada cual con sus cosas,
su patrimonio de infinitas materias,
loza, madera, cristal, acero, humo.
Al Faraón le dejan el servicio de la muerte,
sus pertenencias, frascos de perfume, diademas.
Tantas cosas en torno a nuestros pasos
mientras avanzamos por el camino de tierra a lo
largo de los cafetales.


ENRIQUE MOLINA

domingo, 5 de julio de 2009

el azar trae poesía a esta tarde lluviosa



Los nietos lucirán máscaras deshabitadas
Ríe la abuela pero no mi madre.


Estas lineas pertenecen a Cristina Domenech, poeta argentina. Publicó Impalpable, Editorial Ultimo Reino, Año 1994 y Condensación de la Luz, con la Editorial Libros de Alejandría, Año 1998; Tierra Negra, Ed. del Dock en el año 1999 y Demudado, Airediseño Ediciones, 2007.

jueves, 2 de julio de 2009

momentos de vida. V Woolf...para leer con o sin gripe



"Cuando intento verla percibo con más claridad que nuestras vidas son parte de una forma, y que para juzgar en verdad a alguien hay que considerar que este lado está encogido, y el otro está mellado, y el tercero estirado, y que nadie está realmente aislado (...)"

VIRGINIA WOOLF
Momentos de Vida. Lumen